domingo, 29 de agosto de 2010

Las cosas no cambian, cambiamos nosotros.


Cuando somos niños, muchas veces tendemos a idealizar las cosas (y a las personas). Al crecer, vamos descubriendo que dichas cosas no suelen ser tan simples como pensábamos o que existen más colores que no son sólo el blanco y el negro. Por ello, al madurar, comenzamos a DESMITIFICAR.

Destruir mitos es un proceso bastante triste, (sobretodo cuando hablamos de personas), porque lleva asociado sentimientos que no siempre son agradables para el ser humano: tristeza, decepción, etc.

Sin embargo, de vez en cuando tenemos la suerte de observar que hay algunas cosas, (o personas), que no sucumben a esta criba y que permanecen inmóviles en nuestras alturas con el paso del tiempo.

Tienen algo especial. Algo esencial.

Y esto....

es un gustazo que compensa todo lo anterior ;)

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