lunes, 22 de diciembre de 2014

Feliz Día del Scouter

Dedicar fines de semana a irte de campamento, otros tantos a asistir a cursos de formación, aprender a cuadrar la tesorería de campañas económicas, dedicar tardes enteras a limpiar una casa que no es la tuya, a hacer inventario, a informarte y leer lo que no está escrito para que una actividad pase de bien a genial, saberte el nombre, apellidos, año de nacimiento o realidad personal/familiar de 50 personitas que no son tú, poner cara de normalidad cuando esas 50 personitas + otras 150 van todas juntas por un aeropuerto y facturan (sí, nos atrevemos a viajar). Saber qué son términos como: indicadores de evaluación, metodología y conceptos, habilidades y actitudes, cuando lo que has estudiado es una ingeniería, dominar las cantidades que son necesarias para hacer unos macarrones o una sopa para 100 personas (y dime la edad que tienen porque no es lo mismo cocinar para niños/as de 8 años que para chicos/as de 16, no seas listillo), contribuir al desarrollo personal y educativo de todas las personitas que se crucen en tu camino aceptando la responsabilidad que eso supone contigo mismo y con sus familias, pensar primero en las necesidades vitales de tus pibes y después en las tuyas, acostarte tarde un viernes por la noche porque has estado últimando las cosas de un campamento, madrugar el sábado para ir al local a buscar el material y llegar el domingo de dicho campamento con una "ristra" de cosas para la semana que viene y aquí no pasa nada porque ha sido un campamentazo. Ser ejemplo y referencia en todo momento, saber organizar y planificar una actividad creándola de la nada, ser resolutivo ante cualquier situación o imprevisto que se dé, saber lo que es el BOE o el BOC, leérselo, entender lo que pone y presentar proyectos ante organismos oficiales sin que sea tu trabajo, obtener el perfil topográfico a partir de la lectura de un mapa o pasarte horas buscando rutas de senderismo en internet.

Todas estas cosas (y muchas más) componen el día a día de cualquier scouter voluntario. He omitido de esta lista las cosas aparentemente más "chachis" como: la felicidad que genera la evolución y el aprendizaje de un pibe, los momentos de risa en un campamento, cantar por la noche ante las estrellas, llorar de emoción en un pase de unidad, hacer pateos, ver paisajes increíbles, los campamentazos etc. a conciencia. Y lo he hecho por dos motivos:

- Para dar a conocer un poquito más el trabajo que hay detrás de cualquier scouter voluntario (no es venir un sábado, hacer una actividad para unos niños que lo mismo me dan y ala, me voy a casa). Ser scouter es mucho más. Requiere poner mucho de uno e implicarse. Y no siempre se ve o se aprecia. Por ello, mis felicitaciones a todos las personas que han sido o son scouters por la labor que realizan.

- Porque, a pesar de que si leen la lista puedan pensar cosas como: Joe, menudo coñazo, ¡¿qué tú has hecho qué?!, ¡¿y encima gratis?!, he de decir que cada una de estas cosas (+ todas las que no he nombrado pero que sí existen) me han ayudado a aprender y a crecer como persona. Nunca en mi vida imaginé que iba a hacer las cosas he hecho, a vivir las experiencias que he vivido o a conocer a las personas que he conocido el primer día que entré por la puerta del local como scouter. Fue una decisión personal (que podía haber salido bien o mal), y que a día de hoy puedo decir que ha sido de las mejores. No tengo ninguna duda.

En el escultismo hay una frase que dice: "No sé si soy scout porque soy así o soy así porque soy scout". Y en mi caso, yo lo tengo muy claro: soy así porque he sido (y siempre seré) scout.

Feliz Día del Scouter y que siga habiendo scouters (y scouts!) durante años, años y años.

Y como en su momento yo también fui "pibe": muchas gracias también a todos los scouters que me "aguantaron", que me acompañaron en el escultismo y que contribuyeron con su granito de arena a que de aquí saliera algo de provecho ;)

Post-data:
Me gustaría animar a todas las personas que puedan leer esta nota a que se animen a hacer un voluntariado. Merece la pena. Busquen algo que les motive y participen. Sean activos. Implíquense en una causa o iniciativa que les llame la atención y déjense sorprender. Les aseguro que, con independencia del compromiso que adquieran, será una experiencia gratificante, que les hará aprender y que les aportará mucho a nivel personal (eso sí, no se metan en la asociación de muerte al escarabajo pelotero si lo que les encanta es ver volando a los escarabajos peloteros, ustedes ya me entienden XD).

No les voy a mentir, hacer un voluntariado requiere de energía personal y de compromiso. Vale que a un voluntario no se le paga, pero eso no quiere decir que esto sea "jauja" y que éste pueda hacer lo que le venga en gana. Hay un marco. Y como voluntario, yo me puedo mover libremente dentro de ese marco pero siendo responsable y respetando sus límites. Responsable con lo que asuma (aunque lo haga voluntariamente) y responsable con las acciones y conductas que lleve a cabo en su ejecución.

Sin embargo, les puedo asegurar una cosa: hagan lo que hagan, SIEMPRE recibirán mucho más de lo que den. Eso es lo grande y lo bonito. Ahí fuera existe todo un universo paralelo en el que no todo funciona por dinero y la verdad, es que resulta toda una experiencia formar parte de él de vez en cuando ;)